viernes, 5 de diciembre de 2014

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO



      En este segundo domingo de Adviento el Señor nos invita a prepararle el camino. Jesús no puede nacer en nosotros si no tenemos un corazón dispuesto a recibirle, libre de egoísmo, rencor, envidia..., de tantas cosas que se nos van pegando en nuestro camino día a día, a veces sin darnos cuenta. ¿Qué necesito yo cambiar en mi vida?

   Del santo evangelio según san Mateo (3, 1-12)


    Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: -«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.» Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo:«Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados; y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo:
-« ¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: "Abraham es nuestro padre", pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abraham de estas piedras.Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego.Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias.
Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.»

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