Es momento de hablar de las experiencias vividas:
Diez días de vivencias, cansancios,
risas, subidas, bajadas, lesiones, fraternidad, oración. Hemos formado una
comunidad en la que hemos sufrido y gozado juntos, en un solo corazón.
Ha sido una experiencia preciosa que sin duda hay que repetir;
personalmente me encontré con mi debilidad, con mi vida misma resumida en ocho
etapas del Camino; ahí afloran sentimientos, sueños hechos realidad, deseos de
ser mejor persona, mejor MD. Si destaco algo del Camino es la llegada a la
plaza del Obradoiro, invadió todo mi cuerpo y mi ser una emoción que no pude
controlar, todo lo que había vivido en los días anteriores, todo el esfuerzo,
la dedicación, la preparación había llegado a su fin y lo había conseguido sin
duda porque Él me había acompañado a cada paso, me mandó Ángeles para cuidar mi
camino, me fortaleció en cada fuente de agua , en cada palabra de aliento que
me daban, ahí estaba mi Dios protegiéndome hasta llegar a Santiago. Sólo puedo
decir que ha merecido la pena todo lo vivido y es ahora cuando siento que sigue
el Camino de la Vida con más fuerza espiritual , más entrega, más ganas de darme
a los demás. Solo puedo decir
GRACIAS
A TODOS LOS PEREGRINOS MD Y BUEN CAMINO.
Gracias a ti, Elena.