Queridas madres:
Quiero agradeceros a todas el haber contado conmigo para compartir con vosotras esta experiencia tan maravillosa e inolvidable. No tengo palabras para agradeceros todos los momentos vividos desde el primer momento en el que me subí a la furgoneta. Cada momento ha sido único irrepetible y me ha permitido conoceros a todas mejor, y conocer al Señor más desde el corazón.
Me habéis hecho sentir cosas que ni yo sabía que podía sentir, me habéis hecho pensar en todo lo vivido anteriormente y valorar cada pequeño gesto, sonrisa, caricia… me habéis permitido valorar y disfrutar el momento y no pensar en el pasado o en el futuro.
¡Me habéis llenado de alegría madres!
¡Gracias madres por esta experiencia!